viernes, 5 de octubre de 2012

Mordió del fruto por amor a su mujer


Esta es la historia de amor que más admiración debe causarnos en vez de estar renegando o haciéndolo de excusa por nuestra naturaleza pecaminosa. El hombre, el primer hombre de la tierra se deja llevar por el encanto de su mujer: amor y respeto en un hombre enamorado… ¿Podrías amar a una mujer como lo hizo Adam?

El desenlace de esta historia es crítico ya que debido a este amor las nuevas generaciones heredamos la muerte, a lo que añadimos dolores, dificultades y muchas pruebas para sostener nuestra comunión con el creador; sin embargo, se puede logra un ejemplo positivo en un Adam que amó, protegió y estuvo con Eva todos los años de su vida.

Tanto el mundo actual como el de antaño desprecian a las mujeres, comete violencia contra ellas o les dan un lugar de segundo plano. Todavía hay sectores sociales que maltratan y castigan físicamente o marginan a las mujeres. Casos de feminicidios hay en todo el mundo y son muy pocos los que salen en los noticieros. La violencia contra la mujer y la violencia familiar son temas críticos que surgen en distintos niveles, donde también se lucha o se intenta desacelerar este problema psicosocial. Se supiera más sobre estos problemas si no existiera un temor y terror en denunciarlos. Es urgente una renovación intensa en las actividades de los hombres a nivel mundial y sigan el ejemplo de Adam: Amó a su mujer aún cuando sabía el mandato de su Dios.

Oí y leí algunas veces que gran culpa se la da a la religión y los grupos religiosos, sea cual sea. Usando la fe en una divinidad para cometer atropellos físicos y hasta violencia sexual contra hermosas y valiosas mujeres. Eso no es solo obsesión sino también fanatismo, ese tipo de religiones debería desaparecer. Si alguien dice lo contrario y se excusa en la religión pues le digo que Adam, el primer hombre de la tierra y creación del Todopoderoso, es un ejemplo para generaciones.

Es ejemplo porque él no debía morder del fruto del árbol que Dios le mandó no comer. Él pudo responder a Eva que no y actuar belicosamente. La Biblia no menciona que Eva lo haya seducido u obligado. Eva solo le dio el fruto y le dijo que era bueno. Adam vio el rostro precioso, tierno y dulce de su mujer. Recordó a su creador y sus palabras.  Pensó. Vio el encanto de los ojos de Eva y su fresca sonrisa. Y, el hombre, muy enamorado de su mujer, mordió y compartió el fruto con ella, con amor.

La Biblia no muestra reacciones negativas de Adam contra Eva después de su expulsión del Edén. Algunas películas tergiversan esto. Por lo tanto, es ignorancia culpar o excusarse en la religión para comportarse como auténticos cavernícolas salvajes.

"Los hombres que nos inspiran nunca mueren... se quedan vivos en la memoria de generaciones"

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